lunes, 22 de octubre de 2012

Te acuerdas de mi?

Soy aquella a la que conociste por casualidad, la que pensaste que jamás estaría contigo y por cosas del destino fue tuya. Soy, aquella que cuando te sentías mal iba a donde fuese necesario sin importarle si comía algo o no, si dormía, si incluso ella misma no se sentía bien. Soy, aquella que cuando le marcaste diciéndole que la necesitabas, estuvo allí, sin importar la hora, el lugar, los motivos
, razones o circunstancias, los obstáculos que se le pusieran enfrente. Soy, aquella que cuando te notaba extraño te hacía un detalle, la que te escribía cartas a la media noche para ver si te alegraba el día siguiente, la que te escribió más de mil canciones y la que te dedico todavía el doble. Soy, la que estuvo contigo, más en las malas que en las buenas, la que lloro contigo y la que te aconsejo sobre todo aquello que te aturdía, soy la que cargo tu cruz y la de ella al mismo tiempo: sola.

Soy, a la que le podías gritar, a la que podías ofender y te respondía con un: “Descuida, no pasa nada”, soy la que dejo todo por seguirte, la que olvido incluso quien era ella misma, la que te prefirió antes que a sus amigos, que a su familia, que a su propia persona. Soy esa, que le cae bien a tu familia, esa que le canto a tu mamá el día de las madres y que lo seguirá haciendo por que incluso tiene cierto aprecio hacia ellos, soy esa que se preocupaba por tus hermanos, por tus tíos, por tus primos, esa a la que invitaban a cada fiesta, con la que ya te hacían casado.

Pero también soy esa, que te perdono de todo, que te dió la oportunidad de cambiar sabiendo que no lo harías aunque tuvieras la opción de hacerlo, soy esa que aunque le rompiste el corazón una y otra vez, estuvo allí. Soy aquella a la que le diste la espalda justo cuando más te necesito, aquella que lloro mares, pero lo hizo sola. Soy la mejor amiga de tu ahora prospecto, a la que le arruinaste la amistad de casi su hermana. Soy, aquella a la que ofendiste solo porque decidió auto valorarse, a la que le dijiste y prometiste jamás dejarías y hoy, no estas con ella.

Soy la que ahora esta en pie, la que sonríe, la que a pesar de toda la mierda que le soltaste ahora puede decir que de amor, sabe lo que necesita saber. Soy la que aprendió a quienes son sus amigos, y que un “para siempre” necesita también de hechos, soy la fuerte.

¿Te acuerdas de mí? Soy la que no te odia, pero si en algún momento dijo que te amaba, ya no lo recuerda.






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